El objetivo de la nueva empresa es capturar y fijar en la naturaleza más de 61 millones de toneladas CO2, que pondrá a disposición de sus clientes en forma de créditos de carbono.
Carbon2Nature nace de la convicción de que invertir en la naturaleza es una palanca esencial de creación de valor sostenible y rentabilidad.
Con un enfoque global, desarrollará proyectos de conservación, gestión y restauración de la naturaleza con alto impacto ambiental y social
Iberdrola lanza Carbon2Nature (C2N) con la misión de desarrollar proyectos de soluciones basadas en la naturaleza de gran impacto, que reduzcan la huella de carbono global, mejoren la biodiversidad y promuevan una economía sostenible. La compañía nace de la convicción de la eléctrica de que invertir en la naturaleza es esencial para actuar contra la crisis climática y de biodiversidad, actuando al mismo tiempo como fórmula de creación de valor sostenible y rentabilidad.
Carbon2Nature saca partido del potencial de los mercados de créditos de carbono, impulsando el desarrollo de proyectos propios o en colaboración con otros que generarán créditos de carbono de alta calidad y que Carbon2Nature pondrá a disposición de sus clientes para apoyarlos en su camino a las emisiones netas cero, como complemento a estrategias ambiciosas de descarbonización.
Así, la compañía prevé capturar y fijar en sumideros naturales más de 61 millones de toneladas CO2 gracias a la promoción de proyectos de conservación y restauración de ecosistemas en más de 100.000 hectáreas, principalmente forestales, pero también de ecosistemas costeros (carbono azul) o suelos agrícolas. Estos proyectos evitarán las emisiones derivadas de su degradación, contribuirán a la captura adicional de carbono y promoverán al mismo tiempo múltiples beneficios ambientales y sociales. También pondrá en marcha iniciativas para promover soluciones emergentes y procesos productivos sostenibles.
Su plan de negocio se centra en regiones en las que Iberdrola está presente y donde estas soluciones basadas en la naturaleza tienen un importante potencial, de manera que países de Latinoamérica como Brasil, México, Colombia, Perú y Chile acogerán el 80% de sus proyectos, mientras que países del hemisferio norte, como España, Reino Unido o Portugal, representarán el 20% restante. Hoy en día, Carbon2Nature ya está trabajando en el desarrollo de proyectos en Brasil, México, Colombia, Chile y España
“Para hacer frente al reto global del cambio climático, la firma nace con la ambición de causar impacto a largo plazo a nivel internacional. Para ello, apuesta por la diversificación en geografías y proyectos y promueve estrategias colaborativas para su desarrollo con las comunidades locales y otros actores, garantizando los más altos niveles de calidad. Llegamos a este mercado nuevo con humildad y con ganas de hacer cosas diferentes, trayendo toda la experiencia de Iberdrola en sostenibilidad al mundo de las soluciones basadas en la naturaleza y en la generación de créditos de carbono”.
Miguel Ángel García Tamargo, director de Carbon2Nature
El compromiso de cero emisiones netas
Carbon2Nature subraya el compromiso de Iberdrola con un modelo energético sostenible en armonía con la naturaleza y las personas. Este modelo se sustenta en dos objetivos principales: lograr cero emisiones netas en todos los alcances antes de 2040 y tener un impacto neto positivo en la biodiversidad para 2030, según su Plan de Biodiversidad.
La compañía permite por tanto aprovechar las sinergias entre los objetivos climáticos y de biodiversidad de Iberdrola, permitiéndole expandir y ampliar sus proyectos internos de restauración de la naturaleza, y materializando las oportunidades de la economía verde. Como tal, en 2020 lanzó el Programa de árboles para promover la conservación y plantación de 20 millones de árboles para 2030.
Iberdrola ha lanzado Carbon2Nature a través de su programa de start-ups, PERSEO, que ha contribuido a que la eléctrica ponga en marcha soluciones innovadoras para potenciar las energías renovables, la descarbonización y la electrificación de la economía, la digitalización de las redes, el fomento del almacenamiento eficiente y el cuidado del medio ambiente.
En el ecosistema del programa se hallan más de 7.500 start-ups, entre ellas unicornios –empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares–, como el fabricante de soluciones de recarga para vehículos eléctricos Wallbox y Stem, que ofrece soluciones de almacenamiento inteligente en baterías