¿Qué son los mercados de créditos de carbono?
El crédito de carbono se trata de un instrumento transferible, certificado por gobiernos o entidades privadas, que representa una tonelada equivalente de dióxido de carbono (tCO2e) que un proyecto puede o bien evitar o reducir frente a una línea de base, o bien, absorber del CO2 ya presente en la atmósfera. Estos proyectos pueden usar soluciones naturales como prevención de la deforestación (reducción) o la reforestación (absorción) o tecnológicas como las renovables (reducción) o la captura directa de CO2 del aire (absorción), también conocido como DAC, por sus siglas en inglés.
La mayoría de las compras de créditos están impulsadas por una motivación voluntaria por parte de empresas, gobiernos e individuos para contribuir a sus objetivos climáticos y han dado lugar a lo que se conoce como el mercado voluntario de créditos de carbono (MVC), si bien existen casos en los que su compra es requerida o promovida por un marco normativo.
Funcionan de manera diferente a los mercados de carbono regulados, también conocidos como ETS por sus siglas en inglés, existentes en varias regiones, como es la Unión Europea. En ellos lo que se comercializa son derechos de emisión bajo el principio de “quien contamina paga”, es decir, la obligación de pagar por emitir.
¿Por qué son importantes?
Junto con la prioridad de una descarbonización profunda, Naciones Unidas destaca cómo para alcanzar el objetivo de mantener la temperatura por debajo de 1,5°C necesitamos también aumentar la absorción de carbono de la atmosfera y garantizar la protección y restauración de la naturaleza. Sin embargo, las políticas actuales no nos acercan a este objetivo, existiendo una importante brecha de financiación para innovar y escalar las soluciones necesarias.
Es el caso de muchas soluciones basadas en la naturaleza como la conservación y restauración de los bosques, que juegan un papel esencial en la reducción y absorción de emisiones, pero cuya financiación es insuficiente. Así, Naciones Unidas ha estimado que los fondos dedicados a estas soluciones deben duplicarse para 2025 y triplicarse para 2030 para alcanzar las metas globales de clima y biodiversidad.
En este contexto, los mercados de créditos de carbono constituyen un componente esencial de la política climática para movilizar de manera ágil, a velocidad y escala, la financiación, tanto pública como privada, que se necesita con urgencia. Así, los ingresos de la venta de créditos permiten el desarrollo de una amplia gama de proyectos que contribuyen a la mitigación global pero que de otro modo no serían económicos y no podrían financiarse.
Al mismo tiempo muchos de estos proyectos:
Contribuyen a reducir el coste y escalar soluciones emergentes e innovadoras.
Generan beneficios ambientales, sociales y económicos más amplios.
Generan flujos transfronterizos de capital, especialmente hacia economías en desarrollo, con gran potencial para su desarrollo, pero también con mayores barreras.
Desempeñan por tanto un papel importante en un escenario en el que cada sector y región parten de un punto de dependencia del carbono distinto, careciendo algunos de opciones técnicas viables para una descarbonización inmediata, pero con capacidad para financiar proyectos con alto potencial de mitigación.
¿Cómo se generan, comercializan y utilizan los créditos de carbono?
Para que un proyecto genere créditos deberá registrarse y certificarse con un estándar reconocido que asegure su calidad y evite la doble contabilidad. Una vez emitidos pueden pasar por varios intermediarios antes de retirarse definitivamente del mercado por el comprador final que puede reclamar el resultado subyacente hacia la consecución de sus propios objetivos climáticos. De esta manera, permite a las empresas utilizarlos como complemento en el marco de estrategias ambiciosas de descarbonización alineadas con la ciencia, para neutralizar sus emisiones residuales o financiar mitigación climática adicional.
¿En qué situación se encuentra este mercado?
Impulsado por objetivos de cero emisiones netas, el mercado voluntario de créditos de carbono se encuentra en un momento de maduración y consolidación. Hay dinámicas de cambio importantes marcadas por la entrada de nuevos actores en el mercado y el establecimiento de un nuevo marco de calidad, existiendo iniciativas y tecnologías prometedoras que ayudan a generar confianza en el mercado y en el uso legítimo de los créditos en estrategias ambiciosas de descarbonización.
Algunas de las iniciativas destacadas son:
Para asegurar la calidad de los créditos, destaca el Integrity Council for Voluntary Carbon Markets (IC-VCM) que ha establecido los principios comunes que deben cumplir los proyectos que emiten los créditos de carbono (Core Carbon Principles, por sus siglas en inglés) y los procedimientos para validar los estándares que pueden emitir créditos “CCP” elegibles.
Para asegurar la calidad en su uso y evitar prácticas de greenwashing, el estándar de cero emisiones netas de la iniciativa “Science Based Targets (SBTi)”, así como la Voluntary Carbon Markets Integrity Initiative establecen un marco legítimo para el uso de los créditos en estrategias corporativas de cero emisiones netas
Esperamos que esta introducción a los mercados de créditos de carbono haya servido para entender un poco mejor la naturaleza de este sector. Poco a poco, actualizaremos nuestras editoriales añadiendo más información de interés sobre este proyecto y su entorno. De esta manera, te invitamos a que sigas nuestro blog para estar atento a las novedades y poder profundizar más en este tema.